“Daniel fue asesinado por la policía por órdenes de los empresarios debido al descubrimiento de una estafa millonaria de más de 18 millones de pesos”, define Sergio Heredia, uno de los abogados de la causa.
A través de declaraciones de testigos, los abogados fueron reconstruyendo todo lo sucedido desde que el joven fue sacado del boliche en el que estaba hasta su desaparición.
Según lograron comprobar, el 5 de noviembre de 2011, Daniel Solano fue sacado del boliche Macuba, golpeado y trasladado a la Isla 92, donde “desapareció”.
Por este caso están detenidos desde julio del 2012 los suboficiales Sandro Berthe, Juan Barrera y Pablo Bender acusados de “vejaciones, privación ilegal de la libertad y homicidio agravado, todo en concurso real y en grado de coautores”; los suboficiales Pablo Andres Albarrán Cárcamo, Pablo Quindel y Diego Cuelloc por haber sido partícipes primarios de “privación ilegal de la libertad y homicidio agravado” y el oficial inspector Héctor César Martínez por haber actuado como partícipe secundario de “vejaciones, privación ilegal de la libertad y homicidio agravado”, pero también por haber encubierto el asesinato y haber hecho “abuso de autoridad en concurso ideal con falsedad ideológica”.
Durante toda la investigación, la policía de Río Negro se ocupó de borrar pistas tendientes a probar lo sucedido.
No hay responsables ideológicos procesados, aunque tras la última huelga de hambre realizada por la familia y el abogado de la causa, el gobernador rionegrino se comprometió a que se avanzaría en este aspecto.
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Daniel Solano desapareció el 5 de noviembre del 2011. Tenía 26 años. Era explotado. No se calló.
Su familia lo busca
Desde que se llevaron a Daniel, Gualberto Solano, su padre, permanece frente al juzgado de Choele Choel, viviendo en un acampe. CInco meses después se sumaron Maira, Romina y Pablo.
Encadenamientos, internaciones, huelgas de hambre, dolor irreparable y apenas una pequeña parte de las respuestas que necesitan para volver a Salta.
Abogados
Sergio Heredia y Leando Aparicio, abogados del caso, son lo mejor que podría haberle pasado a esta familia desesperada ante tanta complicidad y encubrimiento.